Existe un punto que los escritores actuales prefieren pasar por alto en medio de un mundo donde, con una simple mirada a una página Web, se puede conocer lo que pasa al otro lado del planeta, incluso, mejor que quienes viven en ese lugar: ser partícipe, seguir por pasos, lo que sucede en la obra a contar. La década de 1950 es diferente, por cierto; es la época en la que todavía perdura el desconocimiento de las cosas, y la relevancia de un suceso cruza las sensaciones para pasar a convertirse en el primer, segundo y tercer interés de la vida. Truman Capote es uno de aquellos autores que empieza a adquirir madurez por medio de lo que varios novelistas han sabido utilizar a modo de plataforma de best seller: los casos policiales sin resolver; las tramas reales que, a medida que se avanza en la historia, toman fuerza de relato de ficción. El filme tiene más de un sentido; muestra el seguimiento de los asesinos de la familia Clutter, en Kansas; ahonda en la vida del artista; enseña lo que la sociedad de esa época tenía considerado por “extraño”; analiza las psicologías; y, lo primordial, encausa el guión en el trabajo exhaustivo, en la génesis que significa establecer cuáles son las secciones que irán, que se dejarán, en una creación. Todo puede estar dispuesto para condicionar el esquema de un libro; el reconocimiento público, las amistades, el estatus; de todas formas, las convenciones sociales traspasan la mente de tres polos que se van resquebrajando, abriendo a lo que saben que en cualquier parte, donde fueren, será el pretexto para desvalorizar su trabajo (el supuesto amaneramiento de Capote; la marca de inculpados, en los también supuestos asesinos). Aquí radica la cuota de expresividad sin comparación que se percibe de la mano de un Bennet Miller que ya dejó hace bastante rato de ser un profesional que se contenta con los documentales (
The Cruise [1998], por ejemplo), y que, con un dominio de las situaciones, una cámara que refleja el temple y la decisión de los actores, un manejo de los planos que nunca deja con deseos de ver más (o sentir que algo estuvo poco explorado), planos completos y cámaras en movimiento apoyadas en secciones angulares de la pantalla, conversaciones sin palabras de más, velocidad y lentitud (el equilibrio que debe tener cada película), y una elección de protagonista (Philip Seymour Hoffman) que, fuera de cualquier halago, aumenta el placer por volver a destacar las imágenes centrales de la cinematografía.
“
A Sangre Fría”, el inicio de una carrera que cada día iba en aumento, es la consecuencia del período donde el hombre alabado por unos, celebrado por otros (como en todo), debido a las publicaciones en donde habla de manera abierta sobre la homosexualidad (
Otras voces, otros ámbitos [1948]); además de sus extravagancias; es el reflejo de lo que la constancia, la persistencia traen consigo: conflictos internos, demostraciones de que el color rosa del mundo empieza a tornarse en gris, reflexiones, cambios de ánimo, criterio y compromiso por lo que se realiza. El desarrollo de una non-fiction-novel que se convierte en el parámetro para el periodismo investigativo, la expansión de la literatura, y el conocimiento, la exploración, de lo que Capote (“Las personas siempre creen que saben todo sobre mí, por mi forma de hablar”), de manera solapada, busca: ser considerado tal cual es, sin interpretaciones secundarias; además de ver plasmada su labor.
Actuaciones que se ajustan a la frase “Es eso lo que necesita el cine; carácter, fuerza”.
Una banda sonora que demuestra lo que puede hacer una orquesta dirigida con maestría.
Un director, unos actores, una película, que merecen las nominaciones a premios que poseen.
Calificación: 6,4.
He leído bastante a TC, "A Sangre Fría" varias veces, también Plegarias Atendidas y Música para Camaleones, así que me inscribiré entre el público de la película.
No es que me guste mucho Capote, con excepción de la mencionada entre comillas, pero creo que me resultará interesante ver ese filme.
A
Chuta!!! qué buena crítica!!! Me dieron ganas de ver la peli y leer el libro... aunque me declaro absolutamente ignorante de TC y sus libros...
Amigo lindo, vaya a darse una vuelta por mi blog, ya volví de las vacas!!!...
Besitos como siempre!!!
Hace unos años atrás lei A sangre fría y em gustó mucho, ahora luego de leer tu critica me has despertado unas ganas tremendas de ir al cine, asi que ya me apunto esta peli.
Y espero ansiosa tu doble critica de Codigo Da Vinci, cuando se estrena?
Un saludo
Excelente crítica... Además de que T.C. me gusta muchísimo...
Salu2 y gracias por tu comentario...siempre se agradecen...
Carla
Amigo:
Gracias por visitar mi blog y ahora sobre truman capote siento y voy a ver sobre esto y creo que cualquier c osa sea un honor y una valentia para leer y valorar esta pelicula.
saludos y gracias por visitar.
Un beso.Belén.
http://revolucionaria81.blogspot.com/
ya la quiero verr¡¡
ya la quiero veerr¡
Capote es uno de mis escritores favoritos, de hecho hice una como tesina sobre sus cuentos..
quiero ver esta película.. necesito verla
un abrazo de regreso
Realmente interesante se ve esta película, tal como se lo comenté a blackbird en su blog, esta producción abarca muchos puntos de vista hacia la personalidad de Capote.
La veré en el cine, de todas maneras.
notable pelicula
excelente comentario
abrazos!
chuuuu...no la veo aun..la tendre en consideracion!
gracias por tu blog...es TOP!
Quiero ver esta película...
Más ahora que leí tu crítica...
Excelente tu trabajo acá, te vas a los favoritos para luego entrar en mis otros blog.
Saludos